- Cuenta atrás para salvar de la especulación urbanística a la cala de Aiguafreda, uno de los últimos tramos vírgenes del municipio de Begur en la Costa Brava.
- La plataforma Salvem Aiguafreda y la plataforma SOS Costa Brava rechazan el proyecto urbanístico y exigen su retirada.
El plan permite construir más de 400 viviendas de segunda residencia, la mayoría unifamiliares, sin contar las nuevas plazas hoteleras a edificar en los cuatro emplazamientos previstos (incluyendo tres nuevos hoteles). El techo total previsto es de 145.564 metros cuadrados y, todo ello, sin el apoyo de ningún estudio de impacto ambiental, ni paisajístico.
Este proyecto urbanístico supone una nueva amenaza para el litoral de la Costa Brava. Como respuesta, la Plataforma SOS Costa Brava, que viene denunciado cada verano la especulación urbanística en el litoral gerundense, y en la que participa Ecologistas en Acción, ha pedido la retirada del proyecto.
Asimismo, numerosas entidades y vecinas y vecinos de la zona se han empezando a organizar y han creado la Plataforma Salvem Aiguafreda, que dispone hasta el 9 de julio para presentar alegaciones en contra el plan urbanístico del Ayuntamiento. Entre las mayores preocupaciones de la plataforma destaca el impacto ambiental que ocasionaría un proyecto urbanístico de estas dimensiones, en gran parte incluido dentro de la franja de quinientos metros del dominio público marítimo-terrestre.
Lydia Chaparro, vecina del municipio y portavoz de Ecologistas en Acción, ha declarado: “Este tramo del litoral catalán ya sufre una saturación insostenible los meses de verano. La construcción masiva de segundas residencias pone en peligro el carácter auténtico con el que el ayuntamiento se publicita y, además, podría conllevar consecuencias negativas para los negocios turísticos tradicionales”.
Ausencia de informes de impacto ambiental
La urbanización de este tramo de la costa –que limita con los espacios protegidos Muntanyes de Begur del plan de espacios de interés natural (PEIN), el Litoral del Baix Empordà de la Red Natura 2000 y la Reserva Marina de Ses Negres– cuenta con un informe favorable de la Dirección General de Políticas Ambientales de la Generalitat de 2016. Según Ecologistas en Acción, en este informe de siete páginas, la Generalitat se limita a evaluar si la zona urbanizable invade o limita con los espacios protegidos pero omite cualquier otro tipo de evaluación ambiental concreta. “De hecho indica que se trata de un espacio natural ya muy fragmentado, pero que el Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) es congruente tanto en la delimitación como en la regulación”, ha explicado Chaparro.
Según la plataforma Salvem Aiguafreda, “la memoria que ha presentado el Ayuntamiento de Begur no incluye ningún informe de evaluación ambiental. En dicha memoria no se analiza la capacidad de carga de la zona, el impacto de las nuevas edificaciones y de las piscinas que se construirían, la forzosa tala de los bosques existentes con el devastador impacto sobre la fauna y la flora, el impacto del aumento del tráfico rodado, los residuos generados o los recursos hídricos necesarios, entre otros”.
La plataforma considera que en el contexto actual de escasez de recursos naturales y de cambio climático, “las actuaciones urbanísticas especulativas como ésta deberían formar parte del pasado, no del futuro que queremos construir”.
Actualmente, cerca del 20 % de la zona urbanizable en las proximidades de la cala de Aiguafreda ya está consolidada, es decir, construida. De hecho, se trata de un planteamiento urbanístico de los años 70. Pero ahora el Ayuntamiento de Begur pretende consolidar el 80 % restante. Más de la mitad del suelo de aprovechamiento privado pertenece a Comercial Cap Sa Sal, S.L., propiedad de una conocida familia colombiana.
Gladys Varela, integrante de la Plataforma Salvem Aiguafreda: “En los años 70 el medio ambiente no tenía prácticamente ningún peso a la hora de cualificar los terrenos, la sociedad actual en cambio se preocupa mucho más por la conservación del litoral y el turismo de calidad. Begur no puede quedar atrapada por decisiones tomadas en los años 70, puesto que estaríamos poniendo en riesgo los valores sociales, económicos y ecológicos del patrimonio natural de nuestro municipio”.
SOS Costa Brava
El caso de Begur no es único en el desarrollo urbanístico de zonas turísticas de la costa catalana. El pasado viernes día 30 numerosas entidades se reunieron en la sede de la Asociación de Naturalistas de Girona para organizarse como Plataforma SOS Costa Brava y para acordar hacer un frente común en la defensa y conservación del litoral de la costa de Girona, nuevamente amenazada.
Sergi Nuss, miembro de la Asociación de Naturalistas de Girona, ha hecho una valoración muy positiva de este encuentro: “Bajo el lema SOS Costa Brava queremos formar una unidad de actuación contra todo este conjunto de intervenciones sobre el territorio y denunciarlas ante la sociedad. Ahora estamos trabajando en un manifiesto que enviaremos a los responsables políticos y animamos a todos las entidades y ciudadanía interesada en unirse a esta nueva plataforma”.