diumenge, 4 d’agost del 2024

Ecologistas en Acción presenta un decálogo para una gestión sostenible de las playas



ECOLOGISTAS EN ACCIÓN - El uso masivo de las playas ha hecho cambiar la forma de gestionarlas pasando de un ecosistema natural a un espacio donde la centralidad está en la oferta de servicios a los usuarios o en intervenciones de ingeniería para garantizar la continuidad de estos servicios. En consecuencia, la actividad y el comportamiento de estos han prevalecido sobre la preservación de los procesos naturales que ocurren en las playas y la biodiversidad que las habita. Un buen ejemplo de ello son las Banderas Azules; distinción en teoría creada para promover la sostenibilidad de playas y puertos, que se otorga en base a los servicios que ofrece la playa al turista, y no refleja la realidad de las características ecológicas de estos ecosistemas litorales.

LA PLAYA COMO ECOSISTEMA

Las playas son zonas dinámicas de transición entre el ambiente marino y el terrestre sujetas a la acumulación y a la erosión de sedimentos por el efecto de las olas y las corrientes. La principal fuente de entrada de sedimentos (arenas) al medio marino son los ríos, o en la zona Mediterránea las ramblas que arrastran grandes cantidades de sedimento en periodos de lluvias. El subsistema marino de las playas está regido por la acción de las olas, mientras que el subsistema terrestre de las playas lo rige el viento. La zona donde conviven el subsistema marino y terrestre se denomina “zona litoral activa” donde hay un transporte de sedimentos continuo (entre la pleamar y la bajamar, y puntualmente hasta la playa alta donde llega el agua en tormentas o temporales). A menudo el subsistema terrestre de las playas presenta sistemas dunares móviles o fijados por vegetación, que contribuyen a este equilibrio acumulando la arena transportada por el viento. Para que una playa se mantenga estable, la cantidad de sedimentos que llegan a ella a través de las cuencas de los ríos, las ramblas o en menor medida la erosión de las rocas, debe ser igual a la cantidad de sedimentos que salen. Si la entrada es mayor se produce acreción de la playa, y si es menor se produce erosión y con ello la regresión de la playa.


Entre las funciones más importantes que desempeñan las playas destaca su función como embalses naturales, la protección costera y la preservación de la biodiversidad: las playas son zonas críticas para la alimentación de vertebrados superiores de gran importancia como los peces así como para la nidificación y conservación de las aves. Además, el cuerpo poroso de arena desempeña un papel clave como gran sistema digestivo de filtración y purificación del agua, mineralización de la materia orgánica y el reciclaje de nutrientes.

HABITANTES DE LAS PLAYAS

Las comunidades animales y vegetales que habitan las playas están adaptadas a los continuos cambios del perfil de la playa causados por la hidrodinámica. Las redes tróficas de las playas de arena se basan en fuentes marinas como el fitoplancton (algas microscópicas), algas, plantas marinas y aportes de algas, plantas y cadáveres de animales a la deriva, que se acumulan como arribazones y sustentan gran variedad de crustáceos e insectos.

El cuerpo de arena porosa alberga pequeños organismos intersticiales (bacterias, protozoos y pequeños invertebrados). Entre los invertebrados de mayor tamaño de la playa de arena se encuentran gusanos poliquetos, bivalvos, anfípodos, isópodos, cangrejos, etc. Estos invertebrados presentan adaptaciones de movilidad, capacidad de excavación, comportamiento rítmico (por ejemplo, mareal, circadiano, semilunar, lunar, estacional), y mecanismos de orientación y flexibilidad para hacer frente a condiciones rápidamente cambiantes.

Las zonas de oleaje de las playas arenosas pueden albergar un rico zooplancton, especialmente pequeñas gambas y camarones, y constituyen zonas importantes de cría y alimentación para los peces. Además las playas pueden albergar nidos de tortugas marinas y aves costeras. Por último, las cadenas dunares de las playas presentan una gran biodiversidad y especies de interés especializadas a este medio tan exigente, por lo que son hábitats reconocidos como lugares de interés comunitario bajo la Directiva Hábitats.

DECÁLOGO DE PLAYAS SOSTENIBLES

Desde Ecologistas en Acción defendemos las playas como ecosistemas naturales, más allá del uso recreativo. Para ello hemos elaborado un decálogo de medidas que debieran tenerse en cuenta para una gestión realmente sostenible de estos espacios.

Pero en primer lugar hablemos de qué tipos de playas tenemos. Hay muchas formas de clasificar las playas, puesto que nos centraremos en su gestión, las clasificaremos en función de la presencia antropogénica. Cabe distinguir entre playas urbanas, playas con intervención humana y playas naturales.Las playas urbanas forman parte de un pueblo o ciudad y tienen a sus espaldas todo el entramado del sistema urbano (como La Concha en Donostia o La Victoria en Cádiz). Para estas playas son fundamentales actuaciones como la eliminación de la luz directa a las playas, la sustitución de especies exóticas por otras autóctonas en los espacios ajardinados, el control de la emisión de ruido en locales de ocio nocturnos, etc.
Las playas con intervención humana presentan infraestructuras portuarias, espigones o paseos marítimos, que han contribuido a desnaturalizarlas, modificando la dinámica costera y con ello su capacidad para regenerarse. Demandamos poner coto a nuevos proyectos y corregir en lo posible los impactos causados por los existentes.
Las playas naturales son las que conservan su estructura y dinámica original y no soportan instalación alguna. Son las que podríamos considerar totalmente sostenibles si el uso de los usuarios en el entorno fuese el adecuado.

10 CLAVES PARA LA GESTIÓN SOSTENIBLE DE LAS PLAYAS
https://www.ecologistasenaccion.org/295856/decalogo-para-una-gestion-sostenible-de-las-playas/