diumenge, 9 de setembre del 2018

Los presos políticos y exiliados catalanes publican un artículo conjunto con motivo de la Diada Nacional

Libertad, justicia y democracia.
República catalana

Carta de Dolors Bassa, Antoni Comín, Jordi Cuixart, Carme Forcadell, Joaquim Forn, Anna Gabriel, Oriol Junqueras, Clara Ponsatí, Lluis Puig, Carles Puigdemont, Raül Romeva, Josep Rull, Marta Rovira, Jordi Sànchez, Meritxell Serret, Jordi Turull desde las cárceles de Mas d’Enric, Puig de les Basses y Lledoners, y desde Ginebra, Bruselas y St. Adrews.

El escenario de represión prolongada y el recuerdo del 1 de octubre hacen absolutamente excepcional este Once de Septiembre. Tenemos la convicción de que, lejos de la voluntad de quienes nos querrían desistidos, el próximo martes viviremos de nuevo una jornada de reivindicación, dignidad y autoestima colectiva, unidos en la pluralidad, como siempre hemos hecho en las grandes movilizaciones de país.

Os emplazamos a llenar una vez más las calles de Barcelona en un ejercicio de determinación pacífica y transversal. Pese a la represión, el exilio y la prisión, somos conscientes de que es el momento de reforzar los grandes consensos de país y, como hemos hecho siempre, fortalecer el sentimiento de pertenencia compartida, sin caer en ninguna provocación estéril de quienes nos quieren confrontados y fracturados.

Nos sentimos herederos de los luchadores antifranquistas y del legado del conjunto del catalanismo, el soberanismo y el independentismo, que siempre ha trabajado para enriquecer la imaginario colectivo de país, desde la empatía y sin pedir renuncias a nadie ni de sus orígenes, ni de su lengua ni de su identidad.

Y es gracias a este esfuerzo que dimos una respuesta unitaria y ejemplar a la sentencia del recorte del Estatut, o el "No a la guerra", la defensa del territorio, el clamor unánime de "Volem acollir" ("Queremos acoger") o el rechazo al terrorismo. Y, de una manera especial, ante la violencia desatada de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, durante la celebración del referéndum de autodeterminación.

Por todo esto:

Reivindicamos la libertad, porque su retroceso es hoy bien visible en el Estado español. Miles de personas son víctimas de la ley mordaza y muchas otras vemos nuestros derechos y libertades recortados gravemente debido a la acción politizada y no ajustada al derecho de algunos responsables de los cuerpos policiales, de la fiscalía y de los mismos tribunales. Defendemos sin límites la libertad como garantía de cohesión social también en Europa. Defender hoy las libertades en Catalunya es hacerlo también en Madrid, París, Roma, Berlín, Praga o Estambul.

Reivindicamos la justicia, porque no hay delito y lucharemos por nuestra libertad y el regreso a casa de todas las personas exiliadas y presas. Mientras Europa lo dictamina de manera meridianamente clara, algunos miembros de la justicia española se obsesionan en una cruzada descontrolada incapaz de sostenerse ante los sistemas judiciales de países como Alemania, Escocia, Suiza o Bélgica. La absolución es la única respuesta que esperamos.

Reivindicamos la democracia, porque siempre hemos querido hacer como Escocia y hoy también queremos reiterar de nuevo nuestra apuesta por el diálogo, como hemos hecho siempre, un diálogo que tiene que ser sincero, honesto, abierto, sin límites, donde se pueda hablar de todo en el marco de la convivencia y el respeto mutuo. Y, si bien es cierto que no descartamos nada siempre que sea pacífico y democrático, cualquier propuesta del Gobierno de Pedro Sánchez tiene que respetar la voluntad mayoritaria del pueblo de Catalunya.

Reivindicamos la República catalana, como legítima y democrática concreción de tantas voluntades expresadas en la calle y en las urnas a favor de los derechos y las libertades, que nos conectan con un mundo más justo, más sensible y tolerante, moderno, más culto, que se enfrenta a los retos con la complicidad de todos sus conciudadanos y da siempre la espalda a la intransigencia y la violencia. Aquellos derechos y libertades que estamos convencidos de que estarán garantizados en una República democrática y para todo el mundo.

Pese a los muros o los kilómetros de distancia, os hablamos desde la serenidad y la determinación. Nos encomendamos al espíritu de dignidad y coraje de todas las diadas y que nos encomendáis cada uno de vosotros en todo momento, como habéis hecho también desde que entramos en prisión o iniciamos el exilio.

Hoy reafirmamos, una vez más, nuestro compromiso con convencer y no con vencer, con construir y no con fracturar, conversar y no imponer. Cómo decía Pedrolo: "Entre la intransigencia y la debilidad, la flexibilidad". Sin renuncias que nos desdibujen y en nuestro caso con el compromiso de dejarnos la piel para encontrar el camino para hacer democráticamente efectiva la República defendida dignamente, pacíficamente y cívicamente el 1 de octubre.

Con la tranquilidad de saber que todo esto lo estamos haciendo juntos y que no nos dejaremos nunca a nadie en el camino, y que estas dos condiciones son las que nos traerán a la libertad completa de todos los ciudadanos de este país, hayan nacido donde hayan nacido y vengan de donde vengan.

La Diagonal es una avenida ancha donde cabe todo el mundo. Porque los derechos que reivindicamos nos pertenecen a todos y porque la diferencia es la condición indispensable que tenemos como sociedad para avanzar democráticamente.

Hacemos un llamamiento a los sindicatos, patronales, colegios profesionales, entidades del tercer sector, al conjunto de la sociedad catalana, para que se implique en la defensa de los derechos y las libertades universales. Esos que nos tuvimos que ganar desde las calles, desafiando el régimen franquista, que hicieron crecer barrios y contribuyeron al progreso económico y que hemos reivindicado sin miedo cada vez que la injusticia ha aparecido en algún rincón del mundo. También en nuestra casa.

Este Once de Septiembre llenemos Barcelona de libertad, justicia, democracia y república. Gracias por estar siempre y por perseverar. Nosotros no desfalleceremos.


Concert de la Diada' 18